LA RECUPERACIÓN

Recuperación es moverse a un sentido de propósito y vida sana, es responsabilidad en todos los sentidos. Es necesario esperanza y fuerza, que nos ayudan a ser mejor seres humanos, siempre aceptando esa condición, esa condición que no nos hace menos, sino más sabios en la medida que aceptamos y superamos.

Transformación a una vida más espiritual y sana: confiando en el proceso y mirando los ejemplos de personas que pudieron superar su situación.

La recuperación y el proceso: no se salta ni se pospone, se cruza con confianza y coraje. Muchas veces el mejor alimento es el testimonio y mensaje de otros que estuvieron en la misma situación, el regalo de la empatía y la pureza de los valores que trasmiten en su mensaje.

La recuperación es continua en muchas áreas de nuestras vidas, no se para, puede ser interrumpida pero esa misma fuerza que interrumpe puede ser el empuje a lo más sólido. La recuperación es posible, es real, es el mejor regalo, consta de proceso, etapas y un continuo mantenimiento. La fe y la esperanza son elementos esenciales en la recuperación a todos los niveles, la recuperación como un proceso de fe y transformación.

EN MI PROCESO
Angelo Lagares  
Nationally Certified Recovery Coach
Certified Recovery Support Specialist
Activista social   

1 thought on “LA RECUPERACIÓN

  1. Juan Antonio Cabrera

    Totalmente de acuerda con todas las consignas. Yo tengo un historial de consumo de alcohol y drogas de más de 30 años, desde la adolescencia hasta los 50 años. Hoy tengo casi 58 años, y sigo avanzando en este proceso de recuperación con 7 años y 4 meses de sobriedad.
    Estuve en una comunidad terapéutica durante un año, hice luego centro de día, terapia individual y grupal hasta mi alta institucional.
    Una vez terminada esa etapa institucional, me uní a un grupo ambulatorio en una Iglesia evangélica de la qué actualmente formo parte, una de las más grandes de Rosario, Argentina; y coordine grupos por casi 6 años. Renuncie a su liderazgo unos dias antes de fin del año pasado, y en la actualidad con la idea de abrir un centro de día con múltiples actividades.
    En todos estos últimos años me he capacitado como operador, preventor, asesor familiar, diplomado en abordajes integrales, entre otras cosas; trabajo como operador en una comunidad terapéutica de recuperación y cómo docente de electricidad en grupos vulnerables.
    Creo también que la fe, la esperanza son fundamentales, y también la determinación para una vez iniciado el proceso, llegar a una vida definitiva de sobriedad.
    Cada individuo es diferente y existe diversidad de programas, y medios alternativos, yo creo en que es fructífero tener tantas herramientas para poder complementarlas, de acuerdo a la libre elección de cada uno.
    Lo importante es el objetivo, el propósito.
    Se puede. Yo pude y hay infinidad de testimonios que demuestran que se puede vivir en sobriedad, aún con un largo historial de consumo problemático.
    La lucha contra el estigma, y toda forma de discriminación es una necesaria imperiosa. Me sumo.

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